Culpable

23 diciembre, 2011
Pasaba por allí casualmente justo cuando la justicia y la injusticia situadas en el cénit de su infinita y eterna guerra - puta guerra - se batían en duelo por sus derechos. Un error de cálculo me teletransportó a este extraño lugar sin darme cuenta de nada, y allí, en medio del ruido de espadas y lanzas al chocar me perdí en el miedo y el temor, y me quedé totalmente bloqueado. ¿Por qué algunas personas se toman como propias palabras de rabia impulsiva destinadas al viento sin más receptor humano que tus propios oídos como desahogo de un instante de asesinato al mensajero de turno? La suerte y la mala suerte también pasaban por allí, pero ellas no libran batallas cruentas, ellas conviven en paz y armonía, su actividad se limita a permanecer flotando en el aire encadenadas al cielo por un fino e invisible hilo que se rompe muy fácilmente, más fácilmente en un campo de batalla. Y si estás allí, que estás, corres el riesgo o la gloria de que una de las dos te caiga encima, cara o cruz ... salió cruz. Lo bueno y lo malo de repente ya no entienden de distancias, hay un juicio efímero y fugaz sin darte tiempo a digerir nada. Visto para sentencia, con un contexto totalmente desenfocado al que ya a nadie le importa. Y es tarde para medir importancias porque a nadie le importan. La policía de lo correcto te vendrá a buscar sin remedio, vendrán y lo sabes; empieza la espera y durante este tiempo estas totalmente jodido y en manos de Dios, si es que existe, que hoy si. Al menos me queda el poético consuelo de poder demostrarle al gran Albert Einstein que sin duda Dios si juega a los dados con el Universo.

El riesgo

24 agosto, 2011

Cuando lo has perdido todo durante un rato, el transcurrir de los días que preceden al nuevo renacer, pueden servir perfectamente para agudizar pensamientos y vivencias de otra manera, que ademas no cuesta un duro y la nada lo entenderá con mejor criterio. Puedes llegar a pasarte unos cuantos cientos de minutos analizandote a ti mismo en el seguro regazo del vacio, e incluso analizando a los demás; práctica humana de gran adicción aunque nada recomendable si lo haces en voz alta, que no es el caso. Fruto de este estado te puedes dar cuenta a veces de que ya desde el primer día de todos nuestro lugar en el mundo viene impuesto con un carné de identidad o por una familia que empieza a decirte en voz alta, incluso antes de tener razocinio, los estatus sociales primeros, que por supuesto son los miembros de esa familia, cualquier familia. Mira al tio, escucha a la abuela, se rie más conmigo ... un sin fin de sonidos y voces, ¿ruidos? Que de alguna manera el subconsciente de un bebé debe absorber como norma abstracta que esperará por él el tiempo que haga falta, importante con el paso de los años, fundamental cuando llega la voz de la conciencia y ya está todo hecho y dicho cuando empiezas a hacerte escuchar. A partir de ahí comienza el riesgo, y esto ya lo impone tu forma de ser, los miles de errores que podrás, que debes cometer. Alentador descubrir décadas después de que este riesgo es al final lo que ha marcado tu vida con propia identidad sin imposiciones ni normas, por mucho que no se logre entender desde fuera. Aunque de repente, ya con la idea fabricada, por un pequeño y absurdo detalle, te das cuenta de que no todo es tan cierto en tu razonamiento. Que ya con meses vivías en las alturas de quién te cogía o de quién te lanzaba al aire jugueteando, por ejemplo, de que quizás el riesgo de otros puede ser el tuyo de alguna manera, pues ya está contigo, incluso antes de haber existido.

Seguir, continuar ...

16 agosto, 2011
a menudo no queda mas remedio por el simple hecho de que el tiempo tampoco te permite hacer otra cosa. en mi caso particular soy bastante cobarde en lo que se refiere a este tipo de continuaciones cotidianas. suelo mirar para otro lado pretendiendo que la casualidad divina me permita millones de respiros, y es obvio que no piede ser. me da unos pocos cientos y al final me estalla todo en las manos. y es curioso. al seguir, continuar obligado por el tiempo, descubro que no es un desastre y avanzo facilmente sin mayor problema liberado de preocupaciones. vuelvo a empezar y todo vuelve a ser lo mismo. el mismo miedo y el mismo bloqueo para acabar de nuevo obligado cabalgando en el caballo de la victoria. pero vuelve a pasar. y eso es lo que me pierde. por que temer si me van a obligar, si voy a ganar. pero lo sigo temiendo, y se que siempre sera asi. soy asi. y es que a veces cuando se gana se pierde.

Dientes

18 junio, 2011
Es curioso contemplar tu propia vida desde la tranquilidad que te da un fin de semana de esos que tienes libre. Necesario para expulsar estupideces sanas. Venía yo pensando ayer sobre las cinco, recien salido de la oficina consciente de que hasta el lunes no habría más 'laboro' en mi sufrida dentadura. La historia es larga y no tengo tiempo ni espacio, pero puedo resumirlo todo en un diente de leche que estuvo ahí hasta hace pocas semanas por culpa de que el diente destino jamás supo encontrar el camino de la libertad, con lo cual se quedó retenido donde nunca debió quedarse, pero que se quedó para tortura individual. Era un caso abierto desde hace muchos años con un destino cierto, el desastre. Y al final el diente de mentira que nos presta la naturaleza terminó sus días hincando un bocata de jamón asado con queso, y ahí es donde empieza esta entrada, aunque ya lleve escritas unas cuantas letras. Su ausencia me ha llevado al dentista obviamente, y a un diagnóstico simple pero complejo, pues para subsanar el desastre es necesario extraer al cobarde para suplirlo con otra mentitra atornillada en mi mandíbula superior tras cirujía extraña pero no demasiado compleja. Resumiendo, que ayer me dije por fin 'estoy hasta los cojones del puto diente' y ese extraño comentario me ha llevado a escribir esto; ¿qué diente? Moraleja: es curioso observar como lo que no es puede llegar a ser tan influyente como lo que es. No subestimemos a la nada.

Un millón de cosas

23 abril, 2011

Hace cientos de años se jugó en mi ciudad un derby gallego que acabó con victoria épica del equipo que había elegido desde hacía miles de años para ser fiel seguidor por nacimiento y geografía, el Celta de Vigo. Aquel partido que pude vivir en el estadio de Balaídos fue grandioso y maravilloso, de esas cosas que aunque pasen mil años te quedan grabadas en todos los sitios emocionalmente existentes, te queda un aroma que jamás se olvida, un aroma que utilizas siempre en malos momentos para encontrar fuerzas de donde no las hay, no sé muy bien como explicar algo así, es casi imposible. Recuerdo también que al día siguiente leí en el periódico local de esta ciudad atlántica una crónica enorme sobre el partido en cuestión que acababa con una memorable frase que se me quedó grabada para siempre, tan grabada, que no tuve más remedio que 'robarla' sin permiso; hay ladrones y ladrones. Ayer, otro equipo, concretamente el equipo que me eligió hace millones de años para ser fiel seguidor por motivos totalmente desconocidos e incomprensibles, el Real Madrid, jugaba otro derby, diferente pero igual a fin de cuentas, y no solo jugaba sino que ganaba de forma idéntica a como había ganado mi otro equipo años antes. Y también al día siguiente, o sea hoy, leyendo otra crónica esta frase robada volvió a mi mente sin estar escrita allí, es casi imposible volver a explicar todo esto y darle un sentido lógico, por lo que os lo resumo con esta frase robada; hay un millón de cosas más importantes que el fútbol, pero pocas se disfrutan tanto.

Fotografía colgada desde Realmadrid.com

Fútbol


2+2=5

05 abril, 2011
Nacía este espacio en su día de forma 'obsesiva' a partir de otros espacios nacidos de forma 'hiper-obsesiva', como una especie de extraña involución. Las circunstancias siempre han marcado de forma espectacular mis circunstancias, en todos los sentidos, incluso en los más insignificantes, creando un gracioso y extraño bucle. Podría resumirlo fácilmente diciendo que estoy conectado a todo mi ser desde dentro hacia afuera de alguna manera rarísima, podría resumirlo digo, pero me resulta totalmente imposible el explicarlo. Creo que con el paso de los años cada individuo llega a conocerse a si mismo de alguna manera oculta en algún aspecto de sus reacciones, regeneaciones y/o 'feedbacks' que nadie podría llegar a comprender jamás, aunque individualmente sería sencillo el resumirlo en un par de palabras que solo se pueden entender como un todo mirando hacia adentro ... El tiempo también marca - creo yo - esa oscura 'obsesión' del yo mismo, más que en su ausencia, en sus putos despojos. Empecé - decía - este espacio porque tenía además muchísimo tiempo de sobra tanto en mi vida como en mi trabajo por aquel entonces; y escribía cada día como si fuera una religión obligada y necesaria. También puedo resumirlo rápidamente, pero de nuevo me tropiezo en los motivos lógicos a la hora de intentar explicarlo hacía afuera. Pero al final me queda eso, que supongo que es muy poco. Ahora puedo escribir una entrada cada tres o cuatro meses, cuando llegué a escribir hasta dos o tres al día en alguna época 'ciber-pasada'. Francamente, me causa gran curiosidad todo este mundillo de los blogs y su evolución e involución en mi mismo y en mis circunstancias. ¡De repente son años! De una manera o de otra, y a pesar de todo siempre encuentro una foto y unas palabras para acercarme una y otra vez. Volver una y otra vez a desvariar con mis 'gilipolleces' personales e individuales que con el tiempo siempre me han resultado muy valiosas en sus continuas y esporádicas y eternas 'relecturas', las miles de veces que vengo a este espacio para ser un simple, y quizás el único, lector. Los años te hacen verte en el pasado como otro tipo, sabiendo que eres el mismo, y quizás sea cierto que fuiste otro, pero aquel tipo también era yo sin duda alguna. Y la idea primaria sigue intacta en su esencia, y es que es así, que dos más dos siempre suman cinco, pese a quién pese, incluso a mi mismo cuando ya no soy yo mismo, que lo soy.

Los tontos

07 enero, 2011

Solo hay cuatro tipos de personas, los tontos y las tontas, los listos y las listas; los tontos y las tontas no saben que son tontos y que son tontas, y por eso día tras día repiten las mismas tonterías y chorradas sin pensar que hacen las cosas mal; en cambio los listos y las listas saben que son listos y que son listas y también saben que los tontos y las tontas son tontos y son tontas. Por eso perdonan sus tonterías y chorradas una y otra vez, aunque a veces tengas que joderte un poquito, solo un rato. Vas y los y las perdonas sin mayor drama o trascendencia o importancia. Cuando vuelves a salir de casa hacia el garaje, simplemente lanzas una sonrisa al espejo del ascensor y eres feliz de saber diferenciar a los tontos y las tontas de los listos y las listas. Si eres tonto o tonta no te esfuerces en volver a leerlo, jamás lo entenderás ni te darás por aludido o aludida. Porque ese es el gran secreto de tu vida, eso que hace que las cosas jamás encajen. No, nunca has sido especial, simplemente eres tont@.