Hace cientos de años se jugó en mi ciudad un derby gallego que acabó con victoria épica del equipo que había elegido desde hacía miles de años para ser fiel seguidor por nacimiento y geografía, el Celta de Vigo. Aquel partido que pude vivir en el estadio de Balaídos fue grandioso y maravilloso, de esas cosas que aunque pasen mil años te quedan grabadas en todos los sitios emocionalmente existentes, te queda un aroma que jamás se olvida, un aroma que utilizas siempre en malos momentos para encontrar fuerzas de donde no las hay, no sé muy bien como explicar algo así, es casi imposible. Recuerdo también que al día siguiente leí en el periódico local de esta ciudad atlántica una crónica enorme sobre el partido en cuestión que acababa con una memorable frase que se me quedó grabada para siempre, tan grabada, que no tuve más remedio que 'robarla' sin permiso; hay ladrones y ladrones. Ayer, otro equipo, concretamente el equipo que me eligió hace millones de años para ser fiel seguidor por motivos totalmente desconocidos e incomprensibles, el Real Madrid, jugaba otro derby, diferente pero igual a fin de cuentas, y no solo jugaba sino que ganaba de forma idéntica a como había ganado mi otro equipo años antes. Y también al día siguiente, o sea hoy, leyendo otra crónica esta frase robada volvió a mi mente sin estar escrita allí, es casi imposible volver a explicar todo esto y darle un sentido lógico, por lo que os lo resumo con esta frase robada;
hay un millón de cosas más importantes que el fútbol, pero pocas se disfrutan tanto.
Fotografía colgada desde Realmadrid.com
1 comentarios:
Aunque la alegría no duró mucho jajajajajaja !!!! Y luego el Celta, la remató !!!! ¿Por qué le daré tanto al picoooooooo? Grrrrr !!!
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