a menudo no queda mas remedio por el simple hecho de que el tiempo tampoco te permite hacer otra cosa. en mi caso particular soy bastante cobarde en lo que se refiere a este tipo de continuaciones cotidianas. suelo mirar para otro lado pretendiendo que la casualidad divina me permita millones de respiros, y es obvio que no piede ser. me da unos pocos cientos y al final me estalla todo en las manos. y es curioso. al seguir, continuar obligado por el tiempo, descubro que no es un desastre y avanzo facilmente sin mayor problema liberado de preocupaciones. vuelvo a empezar y todo vuelve a ser lo mismo. el mismo miedo y el mismo bloqueo para acabar de nuevo obligado cabalgando en el caballo de la victoria. pero vuelve a pasar. y eso es lo que me pierde. por que temer si me van a obligar, si voy a ganar. pero lo sigo temiendo, y se que siempre sera asi. soy asi. y es que a veces cuando se gana se pierde.
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