Si tienes la facultad de girar tu cuello unos 180 grados podrías atisbar sin problemas roces diversos a tu alrededor, sobre todo a tus espaldas por supuesto y sin remedio. Suelen ser roces de personas sea cual sea su cometido. Últimamente he entrado en un estado de total rendición en ciertos campos sociales, no sé si tiene algo que ver con el seguir cumpliendo años o simplemente es que cada cada vez me dan igual más cosas, o me afectan menos, que más o menos viene a ser lo mismo. Puede resultar mediocre, pero el resultado es fabuloso para mi psique y ánimo cotidiano. Aspectos negativos del ser humano - como puede ser una rendición - no tiene siempre porque ser el lado negativo, más si se sigue la premisa de una suma de incierto resultado, como puede ser el dos mas dos igual a cinco. Las cosas no siempre son lo que parecen, mientras, resulta imposible entender el tema este de la crisis después de casi dos años de crisis, al final, seguimos haciendo las mismas cosas, con menor intensidad quizás, pero las mismas cosas a fin de cuentas. Tampoco es muy factible entender que ha cambiado realmente en el mundo después de este tiempo de 'reflexión' mundial post-crisis. En este país bananero - bajo mi punto de vista - la izquierda gobernante sigue pareciendo derecha aparte de gobernar como el culo; la derecha sigue siendo la misma derecha extrema de siempre, aunque en otro punto del espacio político nada constructivo, más si están ellos, la oposición esa. Sin embargo ganarán sin remedio las próxima elecciones, es un hecho. Que el puto mundo cabalga a sus anchas bajo la sombra de un clima asesino en los lugares de siempre, el de los más pobres y míseros. La humanidad sigue su curso de autodestrucción, sigamos escribiendo en blogs y sigamos celebrando la muerte de Cristo adorando figuras e imágenes bajo gritos y llantos. Las cosas siguen yendo mal, y eso es todo.
3 comentarios:
Dices bastantente verdades en esta entrada...
Un saludo!
Gracias Essa, aunque a menudo, las verdades son grandes mentiras ...
Y a menudo las mentiras son grandes verdades ...
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