Lisboa

29 julio, 2008
Dicen que el tiempo todo lo cura, aunque bajo mi siempre retorcido punto de vista esos que dicen este tipo de estupideces heredadas de los ancestros solo tienen miedo a algo que no pueden llegar a comprender, a pesar de haberlo vivido. No creo que el tiempo cure nada, los mejores recuerdos sobreviven a cualquier tipo de olvido, los peores, desgraciadamente también, solo olvidamos lo más vulgar, lo más indiferente, y eso funciona solo y sin esfuerzo. Quizás esta carencia del olvido en mi forma de ser y sentir, sea lo que provoque que haya cosas que alguna gente no haya llegado a comprender de mí. No lo sé, tampoco importa hoy.

Hace justo un mes, cuando Torres marcaba el gol que nos daría la soñada Eurocopa de fútbol más o menos a esta hora, este tipo que soy yo, disfrutaba en la ciudad de Oporto de una pantalla gigante al lado de Duero como un enano, aunque evidentemente el partido solo era un matiz más de aquel día casi perfecto. Después fue Lisboa, en un viaje lleno de esperanza y entusiasmo, un viaje que resultó ser maravilloso y que hoy puedo colocar sin la más mínima duda en el trono inalcanzable de mis mejores recuerdos. Un mes después la esperanza solo es una utopía y ni siquiera la desesperanza es una realidad. Todo es diferente e indiferente a esos días tan lejanos, aún así sé que no podré quitarme jamás de la cabeza - entre otros sitios - la maravillosa ciudad de Lisboa. Que lástima los que cambian sus mejores recuerdos por los vulgares, esos que se olvidan sin más, por algo tan cierto y seguro como es eso de seguir adelante. Sin la influencia de mis vivencias en sus calles, puedo decir que Lisboa también me ha fascinado, pero esta es una historia que contaré la próxima vez que visite Lisboa.

11 comentarios:

Unknown dijo...

lisboa es maravillosa... y por qué olvidar, cuando los recuerdos también lo son?

magofez dijo...

Si, Lisboa es maravillosa, x2. Los recuerdos también, x1000. Gracias Astra!

banderas dijo...

Wilde, creo que esa frase está pensada exclusivamente para los malos recuerdos, para los que duelen. ¿Quién sería tan gilipollas como para curarse de la belleza y de la felicidad?

En cualquier caso, Lisboa es una ciudad casi perfecta. Le sobra un poco de calor y de humedad pero, por lo demás, es maravillosa y los portugueses, modestos ellos, se aprovecharon con aquello de "Quen non viu Lisboa non viu cousa boa" ¿no?

Bicos ;-)

Belén dijo...

Pues bueno, así que esta es tu nueva casa...

Te agradezco la deferencia de habermelo dicho e incluso el repetir varias veces que te caigo bien... aunque me temo que eso también es peloteo, pero no me voy a poner a discutir que es muy pronto por la mañana... ;)

Bueno, te iré visitando, no te tomaré mucho aprecio a este blog porque justo cuando mas me engancha lo borras, y no me gusta la cara de imbecil que se me pona :)

Besicos

magofez dijo...

Bien Banderas, lo que quería decir es cuando quieres olvidar a alguien porque algo se ha terminado. La gente quiere olvidar los malos recuerdos y también los buenos; el rencor de los finales. Por ahí iban mis tiros ...

Me he levantado con algo de resaca, no es que haya salido ayer pero me fui a tomar un par de cañas a la orilla del Atlántico. La sal, la brisa, puesta de sol, buena conversación y compañía bla bla bla y otra caña. Llegué a casa encantado. No sé, todavía me faltaba gente que me cae bien en el blog y os avisé, por si acaso. El peloteo es otra historia, es más cosa de constancia que de instantes, créeme amiga Belén. Muchas gracias por tu comentario y por tu sinceridad. Pero mi nick sigue siendo Wilde, como el primer día, el blog solo es un tema, y es bonito eliminarlo cuando se agota, ¿para qué conservar algo que ya no te sirve?

Gracias a los dos!!

Hibris. dijo...

Tengo memoria de pez, pero...voluntariamente no olvido ni los buenos ni los malos recuerdos; ni los grandes ni los chiquititos.
Todo Portugal es un paraíso, me encanta mi país vecino. :)

Por cierto...buenísimo toda la literatura que compartes al margen. El último poema lo escuché en un recital poético hace unos 3 o 4 años, pero no fui capaz de encontrar quién era su autor, tan sólo me acordaba de la sensación que me transmitió en el momento...me encadiló.

Un besiño.
Hibris

Isabel dijo...

Pues no, no cura el tiempo y es que a pesar de él las cicatrices nunca desaparecen (ya sean de rosas o de espinas)…. Y aunque la esperanza sea utopía, el momento no te lo quita ya nadie…Lástima de quienes se engañan con el olvido.

Besos.

magofez dijo...

Una extensión de Galicia, eso puede ser Portugal Hibris. Un paraíso, exacto. Gracias!

Totalmente de acuerdo Iria!

besines a las dos,

Anónimo dijo...

me alegra mucho saber que lisboa es uno de tus mejores recuerdos, también lo es para mi, nunca olvidaré sus calles y lo que viví en ellas. supongo que el tiempo curas las heridas, por que no, pero lo que no necesita curación no se borra con el tiempo, no?
beijinhos!

magofez dijo...

Como siempre Rakel aciertas de lleno extendiendo algo más de lo que pude decir y no dije porque no lo pensé aunque pude pensarlo. Complejo pero simple. Gracias!

Irreverens dijo...

A mí también me encantó Lisboa.
Qué lástima que al final me fuí de vigo sin haber visitado Oporto, y mira que me apetecía.

Bueno, ya tengo excusa para volver al Atlántico...

En cuanto al olvido... Yo he llegado a olvidar vivencias (tanto buenas como malas), que nunca imaginé que podría llegar a olvidar. Ni siquiera esforzándome logro reproducir en mi mente la escena elegida.

No sé. La mente y la memoria son muy suyas. Y creo que cuando uno decide vivir el presente como lo que más, el resto de cosas se van difuminando hasta, quizás incluso, desaparecer.

Petons