Dientes

18 junio, 2011
Es curioso contemplar tu propia vida desde la tranquilidad que te da un fin de semana de esos que tienes libre. Necesario para expulsar estupideces sanas. Venía yo pensando ayer sobre las cinco, recien salido de la oficina consciente de que hasta el lunes no habría más 'laboro' en mi sufrida dentadura. La historia es larga y no tengo tiempo ni espacio, pero puedo resumirlo todo en un diente de leche que estuvo ahí hasta hace pocas semanas por culpa de que el diente destino jamás supo encontrar el camino de la libertad, con lo cual se quedó retenido donde nunca debió quedarse, pero que se quedó para tortura individual. Era un caso abierto desde hace muchos años con un destino cierto, el desastre. Y al final el diente de mentira que nos presta la naturaleza terminó sus días hincando un bocata de jamón asado con queso, y ahí es donde empieza esta entrada, aunque ya lleve escritas unas cuantas letras. Su ausencia me ha llevado al dentista obviamente, y a un diagnóstico simple pero complejo, pues para subsanar el desastre es necesario extraer al cobarde para suplirlo con otra mentitra atornillada en mi mandíbula superior tras cirujía extraña pero no demasiado compleja. Resumiendo, que ayer me dije por fin 'estoy hasta los cojones del puto diente' y ese extraño comentario me ha llevado a escribir esto; ¿qué diente? Moraleja: es curioso observar como lo que no es puede llegar a ser tan influyente como lo que es. No subestimemos a la nada.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hegel afirmaba que "la nada tiene la misma falta de determinación que el ser" y Heidegger decía que "la nada es el elemento sobre el cual se sostiene la existencia". Yo no llego a tales profundidades o, al menos, intento, y no siempre lo consigo, no meterme en esos laberintos mentales. Lo que puedo decir es que normalmente, lo que no ha de estar, lo que no ha de ser, lo que no tiene valor es no más que una apariencia y que los vacíos, los huecos, los agujeros, los "no", suelen generar ondas expansivas de pequeño y largo alcance con inesperadas-esperables consecuencias, pero, para que entendamos la inmensidad de la nada, nunca son sin más.

Bicos

Paula

Mixha Zizek dijo...

Lo interesante es con que ganas e ingenio escribes sobre ese dolor dental, me hace recordar que ya me toca ir al dentista, y así es todo eso forma parte de nosotros, besos

A través del velo dijo...

Curiosamente yo tengo un diente de leche que nunca salió, como a ti. Afortunadamente para mi, el mío nunca me ha dado problemas y ahí sigue, en la encía. Espero que así siga hasta el día del juicio final.
¡Que las visitas al dentista te sean lo más leves posible!

magofez dijo...

De hecho, Paula, científicamente se ha demostrado ya la nada con el nombre de 'antimateria'. Yo creo que todos sabemos de su grab influencia, pero no por lo que no nos pasa solamente, sino porque podemos sentirla! Muchas gracias por venir siempre siempre ! Biquiños !!!!!

magofez dijo...

Si yo te contara Mixha! Justo hoy he ido, pq cuando voy, suelo hacer todo de golpe. En fin ... Espero poder seguir mordiendo, para mi es fundamental esta acción!!!

Si tienes uno Ana, te aseguro que el otro esta por ahí, escondido. Puedes tenerlo toda la vida, o se te puede caer, como en mi caso. Afortunadamente hoy mismo me han confirmado que se puede recuperar el que nunca salió
, con ortodoncia. Al final voy a ganar y todo con todo esto !!! Jeje ...