Un millón de cosas

23 abril, 2011

Hace cientos de años se jugó en mi ciudad un derby gallego que acabó con victoria épica del equipo que había elegido desde hacía miles de años para ser fiel seguidor por nacimiento y geografía, el Celta de Vigo. Aquel partido que pude vivir en el estadio de Balaídos fue grandioso y maravilloso, de esas cosas que aunque pasen mil años te quedan grabadas en todos los sitios emocionalmente existentes, te queda un aroma que jamás se olvida, un aroma que utilizas siempre en malos momentos para encontrar fuerzas de donde no las hay, no sé muy bien como explicar algo así, es casi imposible. Recuerdo también que al día siguiente leí en el periódico local de esta ciudad atlántica una crónica enorme sobre el partido en cuestión que acababa con una memorable frase que se me quedó grabada para siempre, tan grabada, que no tuve más remedio que 'robarla' sin permiso; hay ladrones y ladrones. Ayer, otro equipo, concretamente el equipo que me eligió hace millones de años para ser fiel seguidor por motivos totalmente desconocidos e incomprensibles, el Real Madrid, jugaba otro derby, diferente pero igual a fin de cuentas, y no solo jugaba sino que ganaba de forma idéntica a como había ganado mi otro equipo años antes. Y también al día siguiente, o sea hoy, leyendo otra crónica esta frase robada volvió a mi mente sin estar escrita allí, es casi imposible volver a explicar todo esto y darle un sentido lógico, por lo que os lo resumo con esta frase robada; hay un millón de cosas más importantes que el fútbol, pero pocas se disfrutan tanto.

Fotografía colgada desde Realmadrid.com

Fútbol


2+2=5

05 abril, 2011
Nacía este espacio en su día de forma 'obsesiva' a partir de otros espacios nacidos de forma 'hiper-obsesiva', como una especie de extraña involución. Las circunstancias siempre han marcado de forma espectacular mis circunstancias, en todos los sentidos, incluso en los más insignificantes, creando un gracioso y extraño bucle. Podría resumirlo fácilmente diciendo que estoy conectado a todo mi ser desde dentro hacia afuera de alguna manera rarísima, podría resumirlo digo, pero me resulta totalmente imposible el explicarlo. Creo que con el paso de los años cada individuo llega a conocerse a si mismo de alguna manera oculta en algún aspecto de sus reacciones, regeneaciones y/o 'feedbacks' que nadie podría llegar a comprender jamás, aunque individualmente sería sencillo el resumirlo en un par de palabras que solo se pueden entender como un todo mirando hacia adentro ... El tiempo también marca - creo yo - esa oscura 'obsesión' del yo mismo, más que en su ausencia, en sus putos despojos. Empecé - decía - este espacio porque tenía además muchísimo tiempo de sobra tanto en mi vida como en mi trabajo por aquel entonces; y escribía cada día como si fuera una religión obligada y necesaria. También puedo resumirlo rápidamente, pero de nuevo me tropiezo en los motivos lógicos a la hora de intentar explicarlo hacía afuera. Pero al final me queda eso, que supongo que es muy poco. Ahora puedo escribir una entrada cada tres o cuatro meses, cuando llegué a escribir hasta dos o tres al día en alguna época 'ciber-pasada'. Francamente, me causa gran curiosidad todo este mundillo de los blogs y su evolución e involución en mi mismo y en mis circunstancias. ¡De repente son años! De una manera o de otra, y a pesar de todo siempre encuentro una foto y unas palabras para acercarme una y otra vez. Volver una y otra vez a desvariar con mis 'gilipolleces' personales e individuales que con el tiempo siempre me han resultado muy valiosas en sus continuas y esporádicas y eternas 'relecturas', las miles de veces que vengo a este espacio para ser un simple, y quizás el único, lector. Los años te hacen verte en el pasado como otro tipo, sabiendo que eres el mismo, y quizás sea cierto que fuiste otro, pero aquel tipo también era yo sin duda alguna. Y la idea primaria sigue intacta en su esencia, y es que es así, que dos más dos siempre suman cinco, pese a quién pese, incluso a mi mismo cuando ya no soy yo mismo, que lo soy.